martes, 22 de abril de 2014


INTERNISTA DE PSICOLOGÍA ORGANIZACIONAL
LAURA A. ASMAT RUBIO

EL ADN ORGANIZACIONAL

Así como el comportamiento de los seres vivos depende en gran medida de su ADN, las compañías también poseen un ADN organizacional que determina el desempeño de todos y cada uno de sus empleados. Pero si dicho ADN organizacional no está bien constituido, entonces el interés individual no coincidirá con la agenda general de la compañía, lo que resultará por tanto en un pobre rendimiento.

Los elementos esenciales del ADN corporativo son: la toma de decisiones, el flujo de información, las motivaciones y la estructura. Cada uno de estos elementos debe funcionar en consonancia con los demás para poder propiciar un buen desempeño organizacional.

La metáfora del ADN es útil para comprender las características idiosincrásicas de una organización. Como el ADN de los organismos vivientes, el ADN de las organizaciones consiste en cuatro “ladrillos básicos” que se combinan para expresar diferentes identidades.

Los cuatro “ladrillos” del ADN organizacional:

  • ·         Derechos para la toma de decisiones
  • ·         Información
  • ·         Motivaciones
  • ·         Estructura


Cuando los cuatro “ladrillos” están alineados y se complementan, entonces las organizaciones producen resultados y cumplen los compromisos asumidos con los clientes, los inversores y los empleados. Si alguno de los “ladrillos “está fuera de lugar, entonces la compañía no puede realizar todo su potencial. En síntesis, la gente debe poseer información para tomar decisiones, incentivos para hacer las cosas bien y autoridad para poder actuar.


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