Internista de Psicología Organizacional
Susan Elías Adrianzén.
CALIDAD DE VIDA LABORAL EN EL PERÚ
La calidad de vida laboral es definida como una filosofía
de vida, un conjunto de creencias que engloban todos los esfuerzos por
incrementar la productividad y mejorar la motivación de las personas,
enfatizando la participación de la gente, la perseveración de su dignidad, la
eliminación de aspectos disfuncionales de la jerarquía organizacional.
Todos estos términos -utópicos aún en una sociedad donde
prima el deseo por producir y ganar, donde usan al empleado como una
herramienta para este fin- engloban diversos sub temas que, como iremos
analizando, en muchos casos quedan como una bonita y ordenada teoría:
En primer lugar, se habla que los trabajadores deben obtener adecuadas retribuciones con las
cuales mantengan un estándar social aceptable para vivir, aunque somos testigos
de que una cantidad considerable de peruanos vive en condiciones no muy
acomodadas, perteneciendo a la clase C O D de los estratos sociales. Siendo en
el 2013 28 y 33% de la población total según Oficina Económica y Comercial de Lima.
Otro de los términos que clasifican la calidad de vida
laboral, incluye el hecho de que las empresas deben brindar condiciones de
seguridad y bienestar profesional, pero nuevamente nos encontramos diariamente
con noticias escalofriantes de obreros accidentados en sus centros de trabajo,
sin ser provistos de las condiciones necesarias para protegerse, nos topamos
con personas que ven su trabajo como un sacrificio y no como un lugar para
disfrutar los logros de su elección.
De modo pintoresco se puede ilustrar el entorno laboral
como la cueva donde es obligación ingresar, donde se tiene que sortear una
serie de obstáculos y vencer al ogro malvado que se halla dentro de ella, para
obtener el fruto deseado escondido en lo profundo de sus oscuros huecos, donde
se lucha por sobrevivir, en el que gana el más fuerte y es vital derrotar a los
contrincantes, una verdadera jungla, donde al ogro le conviene mantener ese
caos e involución humana para ser él, el que goce de la calidez de la cueva y
de los frutos que se hallan allí dentro.
Ahora, basémonos en el supuesto de que esto no ocurriera,
que todos los conceptos descritos al inicio de este artículo se estuvieran
llevando a cabo, pues, la historia sería distinta, ya no existieran los ogros y
por el contrario estos serian los guías, los que mostraran otros caminos, donde
no solo se hallaran los frutos sino también una fuente de motivación a
evolucionar a poner en práctica habilidades guardadas pero existentes, donde
trabajar sea un placer y los empleados se sientan valorados, incluidos en una
gran familia y todo en beneficio tanto del personal como de la empresa que
pondrá en práctica estas habilidades para obtener más de los que desea.
Para que esta realidad sea palpable para todos, tendremos
que esperar un poco más de tiempo, mientras nosotros, los futuros profesionales
y los que están ya en el campo, vamos cavando poco a poco sobre la dura coraza
de la sociedad y sus entidades y dando el valor que se merece el recurso humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario