lunes, 8 de septiembre de 2014


Internista de Psicología Organizacional

Lucely Vásquez Gálvez

¿TE QUIERES PONER EN MIS ZAPATOS?

Toda persona lleva consigo a lo largo de su vida una mochila que carga y la identifica como ser único. Dentro de esa mochila encontraremos nuestros defectos, virtudes, valores inculcados, experiencias aprendidas, que nos hacen ser personas auténticas y éstas salen a flote al relacionarnos con los demás. Es aquí que mostramos hacia las demás personas con quienes interactuamos ciertas habilidades sociales, nos mostramos cómo somos, nuestra manera de actuar y de pensar.
 La empatía significa ponerse en el lugar de la otra persona y tratar de sentir, pensar como él o ella. Dentro de una organización la empatía es una de las palancas principales  a la hora de conseguir el máximo rendimiento de los equipos de trabajo pero con el menor esfuerzo. Eso amerita que para poder conseguir un nivel de confianza entre los miembros de una organización es necesario que se genere un ambiente donde podamos compartir nuestros sentimientos para lograr una relación de apoyo entre los mismos colaboradores y también a los que recurren a ellos para una mejor atención.
Según Goleman (1995): “Empatía es considerar los sentimientos ajenos, saber cómo decir las cosas, cómo actuar y entender el punto de vista de cada uno de los miembros del equipo. La empatía es muy importante en los negocios internacionales y en el marco de la globalización satisfaciendo de la mejor forma a los clientes”
Recientemente escuché decir que una persona que tiene el “poder” no puede utilizar la empatía ya que eso implicaría perder la imagen que tienen sobre él o ella, señalando que es un riesgo, pues tendrían que aumentar el nivel de humildad y disminuir la posición de poder. Ser una persona empática más allá de perder “poder” se estaría convirtiendo en una líder de una organización. Pues el uso de la empatía favorece la comunicación y el traspaso de los valores, se desarrollarían relaciones positivas entre los miembros de la organización y esto ayudara a la mejora de las habilidades para la resolución de conflicto y en la toma de decisiones que se presenta en el ambiente laboral.
Estar en los zapatos de alguien no es tan fácil como parece, en ocasiones se suele criticar a otros y por lo general solamente se critican los errores. Entonces planteémonos a nosotros mismos ¿reconozco los sentimientos de las personas con quien trabajo? ¿Comprendo por qué los demás se sienten así?

“Si quieres conocerte observa la conducta de los demás; si quieres comprender a los demás; mira en tu propio corazón…” Carl Rogers.

Fuente: Libro: Inteligencia Emocional – Daniel Goleman (1995).

1 comentario:

  1. Buen aporte....A tomarlo en cuenta cuando obtengamos resultados no satisfactorios en nuestros trabajos...muchas veces el problema no son los demás sino uno mismo...

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