UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS
FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS
DE LA SALUD
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE
PSICOLOGÍA HUMANA
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN
Una organización inteligente es aquella
que tiene la capacidad de aprender de sus vivencias e interrelaciones que
diariamente enfrenta con su entorno, conoce cómo responder y enfrentar las
situaciones, gracias a que dentro de ella, se cuenta con líderes y
colaboradores que conciben trabajar en equipo y saben aprovechar tanto sus
talentos como sus competencias.
Centrando la atención en esos líderes,
deseo aportar una reflexión que permita reafirmar la habilidad gerencial de
la comunicación hacia el fortalecimiento de las actividades dentro de una
organización
Una de las capacidades del liderazgo
es tener la habilidad de obtener mejores resultados guiando a los miembros de
un equipo a través del esfuerzo compartido, el constante aprendizaje en sus
actividades de trabajo y la relación que sostienen en su interacción con su
medio.
Una herramienta básica para ejercer
las actividades gerenciales del liderazgo es la comunicación, considerándola
como un medio para que en todos los sentidos y niveles organizacionales se
practique de manera objetiva y se obtenga información que facilite la toma de
decisiones inteligentemente.
De esta manera, la intención de este
artículo es resaltar la importancia de una buena comunicación interpersonal
entre quienes pertenecen a una organización inteligente y quienes, ejerciendo
algún tipo de poder, los dirigen. Dentro de una organización, el poder y la
comunicación van de la mano, ¿por qué?, porque el líder es quien ejerce el
papel fundamental para desarrollar las actividades con un alto nivel de
resultados.
Una
de las claves en el papel de líder es saber comprender, conocer y actuar
sobre hechos reales para que su poder de decisión sea asertivo, por lo que se
recomienda ser:
Ese torrente de datos y de
información, tendrá una mayor calidad cuando verdaderamente practique las
relaciones interpersonales, mismas que generan un intercambio significativo
de ideas, pensamientos, sentimientos entre el emisor y el receptor, es decir
entre el líder y sus subordinados. Es ahí cuando realmente puede ejercer su
poder, empatizando con sus colaboradores, en “ganarse su confianza”, en
motivarlos a comunicarse, en establecer diálogos significativos que
demuestren la existencia de un verdadero equipo de trabajo, en donde el
“miedo a…” se pueda disminuir, y que con ello los subordinados, colaterales y
jefes puedan construir una verdadera lealtad, una verdadera identificación en
el accionar de la organización.
La
tarea del líder en estos asuntos consiste en eliminar la filtración de una
verdadera información y reducir los gastos que pudieran implicar la ejecución
de una mala decisión causante de una información subjetivamente mal percibida.
Creo
que lo anterior, pudiera parecer ilógico, si hacemos referencia a que todos y
cada uno de nosotros tenemos una diferente percepción y actitud ante los
acontecimientos que nos rodean; pero, generar inteligentemente las maneras de
asumir los hechos y optar justa y objetivamente por la mejor decisión, tendrá
como consecuencia que los resultados sean aceptados no solo por el líder sino
por todos los que están involucrados en la situación.
La
comunicación tanto verbal como no verbal es fundamental en el desarrollo de
quien ejerce su poder dentro de una organización, ya que ambas modalidades de
comunicación, se podrán complementar y se podrán apoyar para emitir juicios
más
objetivos
con reflexiones inteligentes en cuanto al proceder de una acción.
De
esa manera, la búsqueda de verdadera información tendrá un mayor porcentaje
de validez, se podrá interpretar correctamente y se tendrá la capacidad de
tomar decisiones efectivas, que logren alcanzar los propósitos de una armonía
en todos los ámbitos de la organización.
Lo
anterior, puede generar una excelente imagen en todo su entorno, ¿por qué?,
por el hecho de estar ejerciendo una comunicación interna que provoca un
ambiente organizacional agradable (de colaboración, con motivación, con unión
entre todos los miembros de la empresa) y sus efectos de esta organización
inteligente se verán reflejados en la comunicación externa, o sea: en el
servicio, en el trato, en el contacto con sus clientes y la sociedad que le
rodea, es decir en la aceptación de sus actividades.
Pero,
si no es correcto su proceder y toma decisiones prematuras no pertinentes con
la comunicación, tendrán todo lo contrario; es decir, se generará un icono
negativo de la empresa, una desmotivación entre sus miembros, el olvido de
una retroalimentación interpersonal, y los malos resultados en las
operaciones se verán reflejados en el servicio al cliente. Aquí es donde uno
puede darse cuenta de la gran complejidad del manejo de la comunicación; el
líder tiene que orientar su poder de mando y tener la capacidad de una
comunicación eficiente que ayude a saber seleccionar su información y tomar
buenas decisiones en búsqueda del logro de los objetivos.
Para
que en su entorno laboral y social pueda existir un buen ambiente de trabajo
y un entendimiento en las diversas consecuencias del actuar diario en la
organización, un líder inteligente, además de lo anteriormente comentado,
debe:
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