miércoles, 19 de octubre de 2016

HABILIDADES DE COMUNICACIÓN


UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS
FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA HUMANA


 HABILIDADES DE COMUNICACIÓN








        Una organización inteligente es aquella que tiene la capacidad de aprender de sus vivencias e interrelaciones que diariamente enfrenta con su entorno, conoce cómo responder y enfrentar las situaciones, gracias a que dentro de ella, se cuenta con líderes y colaboradores que conciben trabajar en equipo y saben aprovechar tanto sus talentos como sus competencias.
      Centrando la atención en esos líderes, deseo aportar una reflexión que permita reafirmar la habilidad gerencial de la comunicación hacia el fortalecimiento de las actividades dentro de una organización
       Una de las capacidades del liderazgo es tener la habilidad de obtener mejores resultados guiando a los miembros de un equipo a través del esfuerzo compartido, el constante aprendizaje en sus actividades de trabajo y la relación que sostienen en su interacción con su medio.
       Una herramienta básica para ejercer las actividades gerenciales del liderazgo es la comunicación, considerándola como un medio para que en todos los sentidos y niveles organizacionales se practique de manera objetiva y se obtenga información que facilite la toma de decisiones inteligentemente.
       
        De esta manera, la intención de este artículo es resaltar la importancia de una buena comunicación interpersonal entre quienes pertenecen a una organización inteligente y quienes, ejerciendo algún tipo de poder, los dirigen. Dentro de una organización, el poder y la comunicación van de la mano, ¿por qué?, porque el líder es quien ejerce el papel fundamental para desarrollar las actividades con un alto nivel de resultados.
Una de las claves en el papel de líder es saber comprender, conocer y actuar sobre hechos reales para que su poder de decisión sea asertivo, por lo que se recomienda ser:
  • 1.    Cauteloso en todos los acontecimientos de su entorno.
  • 2.    Analítico y que sepa manejar el cúmulo de información que tanto directa como indirectamente recibe en el papel de su actividad.
  •    Una organización inteligente, es el lugar donde el líder (o quien tenga el poder oficial de la empresa) debe actuar diligentemente, antes de hacer cualquier actividad o hacer algún tipo de decisión que pudiera tomar un rumbo inesperado (como conflictos o mal ambiente laboral); debe recurrir a ese torrente de datos que fluyen en toda su área o en toda su empresa; esa corriente de datos le pueden generar información correcta, la cual debe de:
  • 1.    Analizar detenidamente el mensaje.
  • 2.    Validar el porcentaje de objetividad que contiene.
  • 3.    Ayudar a enriquecer sus experiencias y sus conocimientos que ha              generado          en la práctica de su actividad.
  • 4.    Decidir su accionar.




       Ese torrente de datos y de información, tendrá una mayor calidad cuando verdaderamente practique las relaciones interpersonales, mismas que generan un intercambio significativo de ideas, pensamientos, sentimientos entre el emisor y el receptor, es decir entre el líder y sus subordinados. Es ahí cuando realmente puede ejercer su poder, empatizando con sus colaboradores, en “ganarse su confianza”, en motivarlos a comunicarse, en establecer diálogos significativos que demuestren la existencia de un verdadero equipo de trabajo, en donde el “miedo a…” se pueda disminuir, y que con ello los subordinados, colaterales y jefes puedan construir una verdadera lealtad, una verdadera identificación en el accionar de la organización.
La tarea del líder en estos asuntos consiste en eliminar la filtración de una verdadera información y reducir los gastos que pudieran implicar la ejecución de una mala decisión causante de una información subjetivamente mal percibida.
Creo que lo anterior, pudiera parecer ilógico, si hacemos referencia a que todos y cada uno de nosotros tenemos una diferente percepción y actitud ante los acontecimientos que nos rodean; pero, generar inteligentemente las maneras de asumir los hechos y optar justa y objetivamente por la mejor decisión, tendrá como consecuencia que los resultados sean aceptados no solo por el líder sino por todos los que están involucrados en la situación.
La comunicación tanto verbal como no verbal es fundamental en el desarrollo de quien ejerce su poder dentro de una organización, ya que ambas modalidades de comunicación, se podrán complementar y se podrán apoyar para emitir juicios más
objetivos con reflexiones inteligentes en cuanto al proceder de una acción.
De esa manera, la búsqueda de verdadera información tendrá un mayor porcentaje de validez, se podrá interpretar correctamente y se tendrá la capacidad de tomar decisiones efectivas, que logren alcanzar los propósitos de una armonía en todos los ámbitos de la organización.
Lo anterior, puede generar una excelente imagen en todo su entorno, ¿por qué?, por el hecho de estar ejerciendo una comunicación interna que provoca un ambiente organizacional agradable (de colaboración, con motivación, con unión entre todos los miembros de la empresa) y sus efectos de esta organización inteligente se verán reflejados en la comunicación externa, o sea: en el servicio, en el trato, en el contacto con sus clientes y la sociedad que le rodea, es decir en la aceptación de sus actividades.
Pero, si no es correcto su proceder y toma decisiones prematuras no pertinentes con la comunicación, tendrán todo lo contrario; es decir, se generará un icono negativo de la empresa, una desmotivación entre sus miembros, el olvido de una retroalimentación interpersonal, y los malos resultados en las operaciones se verán reflejados en el servicio al cliente. Aquí es donde uno puede darse cuenta de la gran complejidad del manejo de la comunicación; el líder tiene que orientar su poder de mando y tener la capacidad de una comunicación eficiente que ayude a saber seleccionar su información y tomar buenas decisiones en búsqueda del logro de los objetivos.
Para que en su entorno laboral y social pueda existir un buen ambiente de trabajo y un entendimiento en las diversas consecuencias del actuar diario en la organización, un líder inteligente, además de lo anteriormente comentado, debe:
  • y      Aprender a escuchar.
  • y      Saber interpretar las actitudes verbales y no verbales del emisor y / o receptor.
  • y      Actuar éticamente en la toma de decisiones.





 
 TRABAJO EN EQUIPO





 









          La   importancia   del trabajo en equipo para las empresas. El trabajo    en equipo tiene un            impacto positivo bidimensional, no sólo  se trata de obtener tiempos más cortos en todos  los procedimientos realizados, sino también de obtener resultados de mayor calidad y  consistentes con las metas trazadas. En otras palabras se obtiene un            beneficio cualitativo y cuantitativo como producto del trabajo sinérgico bien encaminado y orquestado.

          Toda empresa debe considerar seriamente  el trabajo en equipo, no solamente como algo ocasional o anecdótico, sino como una práctica diaria sistematizada y bien reglamentada. Cuando se consigue esto, sólo se pueden esperar resultados óptimos en tiempos breves que finalmente    son altamente valorados por los clientes que reciben el producto o servicio, a la par de crear un ambiente laboral amigable y distendido que tiene un impacto positivo en el estado de      ánimo de los trabajadores y personal de la empresa.

        El trabajo en equipo tiene otras ventajas adicionales al logro optimizado de     objetivos; cuando dos o más trabajadores laboran conjuntamente con    un objetivo en común, frecuentemente adquieren habilidades adicionales que incluso muchas veces jamás aprenderían debido a         que no forman parte  de su diario quehacer    ni de sus tareas u obligaciones laborales. Estas habilidades adicionales las aprenden por observación y porque muchas veces sus mismos compañeros de trabajo            s e las            enseñan. En el caso de que algún miembro del equipo de trabajo no esté presente o falte, ya sea por algún incidente imprevisto, enfermedad o cualquier contingencia, su puesto puede ser fácilmente cubierto por            algún            compañero que ha            trabajado conjuntamente con él en tareas previas. De esta forma no se depende exclusivamente de ningún miembro           del equipo y se obtiene una        garantía de continuidad dentro del proceso de producción      o generación de servicios en nuestra empresa.

         Otra característica inherente al trabajo en equipo tiene que ver con la calidad del ambiente           laboral. Diversos estudios  en el campo de la sanidad laboral han demostrado que       el estado de ánimo de los            trabajadores  se ve notablemente mejorado cuando trabajan al lado de otros compañeros, en especial cuando         logran cumplir tareas o metas propuestas, logrando desarrollar su autoestima y sentimientos de valía dentro de la corporación. El  trabajo en equipo, a diferencia de lo que muchos empresarios creen, no es sólo un grupo de persona trabajando codo a codo.


                                                  
   Interna. Cecilia del Carmen Mauriola         De hecho    sólo puede ser considerado trabajo equipo si el grupo humano puede tomar decisiones grupales, incluso si inicialmente  no todos los   miembros están de acuerdo, sin embargo deben tener la facultad           de llegar a un punto en común. Otra característica clave del trabajo en equipo es que favorece notoriamente la creatividad y solución de problemas inesperados ya que se trata de un ambiente en el que todos se escuchan mutuamente sin niveles jerárquicos, valorando todas las opiniones sin distinciones. Un error común que todo gerente, director  o encargado de una empresa debe evitar, es   crear grupos            en los            cuales finalmente, son ellos mismos quienes toman las decisiones. Tal grupo no puede ser considerado      grupo de trabajo según la definición que acabamos de delinear anteriormente. Tampoco es un grupo de trabajo aquel conjunto de personas   en las que cada área atiende sus propias necesidades, descuidando la comunicación con el resto de áreas e incluso culpándose mutuamente cuando surge algún fracaso o contratiempo.